La iniciativa partió de brigadas de muralistas de Chile y Bolivia. Luis Vega, de la comunidad chilena Casa Bolívar, señaló que esta manifestación artística busca corregir una "injusticia" hecha contra Bolivia.
EL RODRIGUISTA. El espacio empleado para pintar el mural que reivindica el pedido de mar para Bolivia |
Artistas bolivianos y chilenos se unieron para pintar un mural de más de 20 metros frente al estadio Víctor Jara de la capital de Chile, Santiago, cuya temática fue la integración latinoamericana y la petición de una salida soberana al mar para Bolivia. La actividad se realizó el sábado 24 de enero y tuvo la presencia de artistas del grupo Apacheta de Bolivia y Casa Bolívar, el Colectivo BRP y otras organizaciones de Chile.
La jornada se amenizó con música, banderas de diversos países latinoamericanos y una proclamación conjunta para exigir la devolución del mar a Bolivia.
"Todos estos jóvenes están comprometidos con la causa boliviana, nosotros en forma modesta vamos a multiplicar las voluntades para llegar a una solución fraterna de integración con nuestros hermanos bolivianos", manifestó Patricio Madera, artista chileno que participó de la actividad.
En tanto Luis Vega, de la comunidad chilena Casa Bolívar, señaló que esta manifestación artística busca corregir una "injusticia" hecha contra Bolivia. "Hemos desarrollado esta diplomacia de los pueblos que es la política que nos hemos trazado.
No sólo los gobiernos tienen algo que decir, sino los pueblos y las organizaciones sociales de Chile y Bolivia", expresó. En tanto, el artista boliviano Deynar Terrazas destacó la hermandad existente entre bolivianos y chilenos y apostó por una solución a la causa marítima no desde el nivel político, sino comunitario.
"Los pueblos que estamos acá, somos lo que hemos sido los más sometidos por los gobiernos militares", subrayó. La actividad culminó pasada las 19.00 horas. El estadio Víctor Jara lleva el nombre de un artista que fue torturado y asesinado a pocos días después del golpe de estado realizado por Augusto Pinochet en 1973.
El estadio se utilizó como centro de detención y torturas, donde al menos 600 prisioneros políticos, procedentes de la Universidad Técnica del Estado, fueron trasladados para ser sometidos a tratos inhumanos.
Fuente: Página Siete
Fuente: Página Siete
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