De un auricular conectado a este sistema portátil sale una voz para que las personas con discapacidad visual puedan saber dónde se encuentran; e incluso el sistema permite identificar el monto de un billete y las facturas.
Fue hace siete años que el ingeniero boliviano Eduardo Bayro Corrochano concibió esta idea. Éste trabaja durante mucho tiempo en proyectos con robots humanoides, algoritmos y sensores para automatización de movimientos. En determinado momento, dice, decidió "cruzar la barrera” con el fin de beneficiar a las personas.
"Cierta vez reflexioné: ‘A ver si puedo ayudar como científico’. Teniendo los algoritmos de visión para los humanoides me dije: ‘Voy a hacer unos lentes usando estos mismos algoritmos, pero para que guíen a los ciegos’”, explica Bayro sobre su propuesta.
El equipo Pusay Ñawi (Ojo guía) consta de unas gafas que tienen dos pequeñas cámaras y dos sensores de ultrasonido, además de una computadora de bolsillo de cuatro por seis centímetros -cuyas baterías duran cuatro horas-, que controla todas las acciones a través de un cable. Y también cuenta con un auricular donde el sujeto recibe los datos del entorno.
Su creador explica que por medio de las cámaras el sistema realiza una reconstrucción en tres dimensiones del entorno para que el usuario no choque con objetos. Asimismo, el dispositivo permite identificar el lugar exacto donde se encuentra la persona, como también "guardar” en la memoria los sitios más frecuentados.
Para el director departamental de La Paz del Instituto Boliviano de la Ceguera, Edwin Ilaya Pérez, es inquietante y grato conocer de este tipo de iniciativas, dado que ciudadanos de este sector requieren con frecuencia de un bastón para orientare.
"Las personas ciegas manejamos un bastón para orientarnos además de otros sentidos. Si a esto se agrega otro dispositivo que nos pueda ayudar a desplazarnos en las calles sería maravilloso para nosotros”, comenta Ilaya.
Según este dirigente, sólo en La Paz existen más de 1.200 personas registradas en este instituto, lo cual no significa que sea la cifra total de personas con discapacidad visual en este departamento. Los datos del último censo nacional arrojan la cifra de más de 6.000 personas con esta discapacidad en todo el territorio nacional.
Por su parte, el investigador explica que el prototipo ya se probó con éxito durante tres años en un asilo de personas ciegas en Guadalajara, México, país donde reside. Asegura que el modelo está en un 85% de desarrollo y que el 15% restante concierne a una fase que denomina de deep learning o aprendizaje profundo.
En la actualidad, el Pusay Ñawi recrea escenarios, reconoce billetes, facturas de servicios, además de señalizaciones convencionales como de los cruces peatonales o señalética para ubicar oficinas e incluso baños. En la siguiente etapa -de aprendizaje profundo- se prevé incrementar la base de datos de reconocimiento de lugares y rostros de personas, entre otros detalles.
Financiamiento y culminación
Una de las inquietudes de Bayro es lograr un impacto de beneficio en Bolivia con este proyecto y en concreto con la población potecialmente beneficiaria, las personas con discapacidad visual. El precio estimado a futuro por cada unidad del Pusay Ñawi será de 1.500 dólares, según los cálculos preliminares.
Dentro de sus planes de socialización y comercialización está ofrecer al Gobierno nacional una dotación inicial de 3.000 equipos para que éste en algún momento, si se anima, pueda financiar el desarrollo de los equipos.
Para el director de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Educación, Roberto Sánchez, este prototipo aporta al mapa de desarrollo tecnológico en el país. "Es un área que hay que explotar para beneficio de estas personas”, refiere Sánchez.
Según prevé el creador, hasta mediados del 2016 ya se contará con el 100 % del prototipo desarrollado y se lo habilitará para ser utilizado por aquellos que lo necesiten de manera regular. "Mi objetivo es ayudar al pueblo boliviano”, finaliza el investigador.
Pusay Ñawi
Idea La idea de crear un sistema de orientación para personas con discapacidad visual se le ocurrió hace siete años al ingeniero boliviano Eduardo Bayro Corrochano, radicado en Guadalajara, México.
Características El dispositivo es un aparato en forma de lentes con sensores incorporados. Se conecta a una computadora portátil de bolsillo y mediante comandos de voz -por un auricular- da instrucciones a la persona con discapacidad visual.
Beneficios Ayuda a la persona a saber dónde está, ayuda a reconocer billetes y facturas. Además, los sensores reconocen señalética urbana y de interiores.
"Es una noticia espectacular... De darse considero que muchos se beneficiarían. Es una esperanza
que nos da”
Joel Moya, director del INO
"Si se agrega otro dispositivo que nos pueda ayudar a desplazarnos en las calles, sería maravilloso para nosotros”
Edwin Ilaya, director departamental La Paz del Instituto de la Ceguera
Punto de vista
Joel Moya, director Instituto Nal. de Oftalmología
Quisiera conocer este proyecto
Es una fantástica noticia. Realmente sería bueno conocer más sobre este proyecto. Sé que están haciendo este tipos de estudios en Estados Unidos. Me gustaría mucho conocer el trabajo de este compatriota. Tenemos en nuestro medio como unas 400.000 personas de baja visión y unas 20.000 ciegas. Imaginemos poder ayudar a toda esa gente, sería realmente bueno.
Hay muchos estudios relacionados sobre el tema. La teoría dice que el ser humano podría tener algo de visión. Es una noticia espectacular. Creo que desde la práctica hay que intentar todo (en el caso de las personas con discapacidad visual). De darse, considero que muchos se beneficiarían. Es una esperanza que nos da.
El que sea boliviano es un plus más. Es bueno recoger este testimonio y todo el esfuerzo que se está realizando. Cualquier avance que tenemos sobre este grupo es una gloria.
Roberto Sánchez, Dir. Ciencia y tecnología Min. Edu.
"Es un proyecto muy importante”
Este proyecto es definitivamente muy importante porque la ciencia y la tecnología tienen que estar abocadas a desarrollar mejores condiciones de vida para las personas. En este caso servirá a personas con algún tipo de actividad diferente a mejorar sus actividades diarias. Es un componente fundamental ir hacia la sociedad civil.
Se trata de un gran avance, más aún si viene de un compatriota boliviano que ha desarrollado esto. Habría que ver cómo podemos trabajar con él y que nuestras universidades puedan sumarse a ese tipo de trabajo.
Fuente: Pagina Siete
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